A mi hermano
No suelo decir o hacer éste tipo de cosas, pero haré lo posible para que salga todo en un breve escrito.
Confieso que al verte por primera vez quizá no recuerde que pensé o quizá tú si recuerdas el pensado desde el momento en que nací, pero lo único cierto es que las primeras impresiones no siempre engañan.
Llevas dentro de ti un poco de mi, un poco de ese yo sincero, ese yo que ama enormemente y ese yo que daría todo por ti, así que gracias por conservarlo, gracias por conservarme, gracias por existir.
Confieso que al verte por primera vez quizá no recuerde que pensé o quizá tú si recuerdas el pensado desde el momento en que nací, pero lo único cierto es que las primeras impresiones no siempre engañan.
Llevas dentro de ti un poco de mi, un poco de ese yo sincero, ese yo que ama enormemente y ese yo que daría todo por ti, así que gracias por conservarlo, gracias por conservarme, gracias por existir.
Nunca podría terminar de agradecer todo lo que has hecho por esta familia, Porque tomaste papeles más que de un hermano, fuiste un compañero de juegos, un compañero de clase, un consejero cuando lo necesitaba, un réferi en las peleas, un compañero de shopping, un compañero para mis citas, la opinión de un hombre, el que me abría el frasco, al que le alegaba cuando me diera la gana hasta que con cosquillas me contentaba, el que mataba la araña o la cucaracha, el que me protegía y me cuidaba y el que me saca risas hasta hacerme llorar de la dicha.
Y así entre tus consejos y tus enseñanzas crecí tan fuerte como me enseñaste, casi tan grande como tú. Grande de pensamiento porque sabemos que en estatura eres diminuto.
No sé que hubiera sido de mí sin ti, sin todas esas veces en las que escuchaste mis pláticas por más infantiles que parecieran, por todo ese tiempo que estuviste a mi lado apoyándome o regañándome, porque a pesar de que no estemos juntos siempre, gracias a ti no me siento sola y nunca me sentiré sola.
Puedo decir que mis mejores recuerdos están a tu lado, porque hemos vivido una y mil cosas espectaculares.
Como olvidar esa vez que te convencí de irnos a pasear sin permiso de mis padres y resultaron buscándonos hasta por el micrófono del centro comercial, o esa vez que te dije que jugáramos con la pelota de fútbol delante de todos y resultamos dañando unas cuantas botellas y corriendo de nuestro papá. Como olvidar ese momento en el cuál yo era tan detestable que te desafiaba casi siempre o te decía "Chilletas come galletas" para que hicieras algo que a mí me generara satisfacción.
Bueno, podría pasar una vida entera contando cada anécdota, lo cierto es que te agradezco por hacerme ver lo mejor de la vida y por enseñarme que el amor es incondicional.
Gracias por enseñarme a ser yo, por ayudarme a aprender a respetar mis opiniones y mis actos. Porque puedo decir que no existe persona que se quiera más a sí mismo que tú. Gracias por darme siempre el ejemplo, gracias por siempre ver por nosotras, por ayudarnos en infinitas cosas, por ser el hombre más generoso que conozco.
Gracias por enseñarme que la mayor emoción es volver de viaje y abrazarte. Y que puedes extrañar a alguien pero tienes la certeza de que está cerca.
Que estoy segura porque siempre me has protegido, tanto tú como papá, nos protegen día a día.
Gracias por darnos tanto amor a mi madre como a mí. Gracias por querernos tanto, gracias por hacerme ver que tener un hermano es lo mejor que puede pasar en la vida.
Porque tener un hermano me hizo mejor mujer, me hizo aprender de ciertos errores que no debo cometer más, me hizo ver las cosas de otra manera, me hizo fuerte, me hizo romántica a flor de piel.
Para ti, hermano. Gracias por amarme, gracias por ser tú.
Comentarios
Publicar un comentario