Feliz día Tierra... O quizá, perdón Tierra.
No puedo evitar que se me arrugue el corazón cada vez que en los medios de comunicación hablan de los desastres naturales... Eso sin olvidar que de 1000 noticias dos o tres son de vital importancia, de verdad importantes, ya que mencionan el estado del planeta y no la farándula o las visas canceladas de nuestros corruptos.
No puedo evitar enojarme con las imágenes de cada una de la especies que están en vulnerabilidad, en peligro de extinción o en el peor de los casos llegar a estar extintos. Llegar a todo esto por el estado en el que dejamos sus ecosistemas, por el consumismo masivo que genera nuestro ego y por infinitas causas en las cuales siempre vamos a ser los culpables.
Vivimos en un mundo donde no importa si tienes mascotas, hijos, nietos, abuelos, amigos, padres, turistas y demás porque lo realmente importante es la guerra y advertir que no se debe seguir con x o y actividad o información. Esa advertencia viene en forma de carro bomba, con tiroteos, con envenenamientos y todo aquello que se puedan imaginar.
Utilizamos las pieles de zorros, culebras, tigres y demás para satisfacer nuestro ego...
Les arrancamos los cuernos a los rinocerontes para curar una gripe o bajar fiebre, les quitamos los colmillos a los elefantes para tener armas con las cuales nos podamos defender.
Matamos miles de animales a palazos, hacemos caza furtiva o ilegal, que es lucro de la extinción.
Les arrancamos los dientes y las garras a los loris perezosos para sacarles mil fotos a los lindos turistas y generar dinero. Seguimos arrancando dientes y garras a los animales enjaulados para entretener al turista.
Hacemos llaveros de tortugas o peces vivos, para nuestra satisfacción
Lanzamos puyas, banderillas o demás instrumentos de tortura taurina para satisfacer el público en la corrida de toros... Wow, si que me impresionan.
Generamos millones de toneladas de plástico a los océanos cada año o menos tiempo, generando destrucción en los ecosistemas gracias a ese popote que utilizamos 2 minutos, ese vaso plástico con el que tomamos la gaseosa en el paseo de río, la botella de agua que utilizamos para refrescarnos, el tarro del shampoo y demás...
Envenenamos a millones de abejas, matamos todos los anfibios que encontremos y todas las demás especies que toque este mundo.
Podría pasar toda mi vida explicando cada una de las actividades que hacemos para satisfacer nuestras necesidades sin importar que esos productos requieran una materia prima bastante importante, como las que mencioné anteriormente,
Talamos millones de hectáreas de bosque para la construcción de oleoductos, canchas de micro, centros comerciales, obras eléctricas, vías, puentes.
Nos mantenemos en una constante explotación, se apoderan de nuestros recursos los políticos que elegimos pensando que cambiarán algo de nuestro día a día.
Nos pasamos la vida haciendo mil cosas que destruyen nuestro planeta y somos tan egoístas e hipócritas que felicitamos a la Tierra por su día... Perdón Tierra.
Vivimos a la moda constantemente pero se nos olvida que la moda es cuidar el planeta. Porque nos quedan pocos años, estamos en cuenta regresiva para disfrutar de la Tierra, gozar del canto de los pájaros, de los atardeceres y amaneceres, gozar de los ríos, de los nevados, de las especies que cada ecosistema trae, de las diferentes culturas, gozar del mar, de la playa, del avistamiento de aves, ballenas, de la infinidad de animales marinos, de la tranquilidad que genera un bosque, del sol, de la sombra.
Ojalá todos pudiéramos brindar ese pequeño grano para generar el cambio, les comento que sería hermoso ver que poco a poco las personas empiezan a cambiar sus hábitos, le aporten más al mundo, generen ideas que pueden ser sostenibles, le den un alto a los materiales que contaminan desde casa, empiecen a ahorrar recursos, valoren más al planeta, utilicen materiales reciclables, cambien sus procesos para generar sus productos y así poco a poco agradecerle a la Tierra por todo lo que nos brinda y devolverle cada cosa que se le ha arrebatado a la fuerza.
Merecemos un camino más sostenible y eso depende solamente de nosotros mismos...
Empecemos por pequeñas cosas, recoge tu basura, si pasas y hay basura en el piso, recógela, no te demoras. Lleva tu termo. Utiliza la bici. Paga bus. Come en tu porta. Apaga las luces. Desconecta todo.
Salvemos la Tierra y entreguémosle un día diferente y mejor, que si se unen más y más personas esto será viral y se logrará un cambio día a día y cada que se celebre un día de la Tierra, vamos a decir...
¡Yo la salvé!
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